ACT ha demostrado ser beneficiosa para una gran variedad de problemas clínicos, incluyendo depresión, ansiedad, estrés, abuso de sustancias, dolor crónico e incluso síntomas psicóticos. Las profundas bases teóricas de la terapia hacen que además se pueda aplicar a otros contextos como el educativo, laboral, sanitario o comunitario, entre otros. Se ha probado que ACT produce mejorías clínicamente significativas en un amplio rango de trastornos psicológicos, y cada vez son más los estudios y ensayos clínicos que lo confirman.
La Terapia de Aceptación y Compromiso es una aproximación científica que parte de una perspectiva contextual y funcional del ser humano y plantea una revisión crítica al modelo psicoterapéutico clásico. La mayoría de las terapias psicológicas estandar se basan en el supuesto de “normalidad saludable”, entienden que, por naturaleza, las personas somos psicológicamente sanas y que ante un ambiente adecuado, un estilo de vida correcto y un contexto social que brinde oportunidades de desarrollo optimas, estaremos naturalmente contentos y conformes. Desde este enfoque, el sufrimiento psicológico es visto como anormal; como una enfermedad o un síndrome impulsado por procesos patológicos inusuales.
ACT entiende que este supuesto es cuestionable, aún cuando el estándar de vida es más alto que nunca, el sufrimiento psicológico nos rodea de cerca en algún momento de la vida.
Muchas de las afirmaciones sobre las que descansa esta “normalidad destructiva” antes mencionada son un fiel reflejo de los valores de la cultura occidental actual: siéntete bien y actuarás bien, aparta y aleja todo lo que no te guste, busca el placer de forma inmediata, huye de lo que te hace sentir mal. En principio, estas “reglas” de funcionamiento son coherentes, evitamos el malestar, queremos sentirnos bien como norma general, a nadie le gusta estar triste o sentir ansiedad, recordar episodios desagradables o experimentar el dolor. Orientamos nuestra vida a la búsqueda de la felicidad y, en nuestra cultura, “felicidad” y “bienestar” es igual a “ausencia del malestar” pero, ¿qué ocurre cuando a pesar de todos los esfuerzos que ponemos en marcha para sentirnos bien continuamos experimentando todo eso que no nos gusta?, por lo general, muchas personas que acuden a terapia se quejan de llevar una vida insatisfactoria a pesar de todos los intentos por controlar el malestar, en muchos casos han probado ya con diferentes técnicas, estrategias e incluso terapias para liberarse de todos esos síntomas que consideran negativos y perjudiciales pero, a largo plazo, no han funcionado.
La terapia de Aceptación y Compromiso asume que la mayoría del sufrimiento psicológico está causado por la naturaleza del lenguaje y la cognición humana y el intento de controlar el comportamiento desde la evitación de ciertas circunstancias que valoramos como desagradables, por ejemplo, tratando de evitar o eliminar experiencias internas no deseables como pensamientos, recuerdos, imágenes o sensaciones. Estos esfuerzos pueden tener resultado a corto plazo pero no funcionan a largo plazo, creando generalmente aún más sufrimiento psicológico ya que la vida de las personas está más orientada a deshacerse del malestar que a vivir una vida plena. Este patrón de funcionamiento ha sido definido por algunos autores como “evitación experiencial destructiva